MÁLAGA LITERARIA 19.10.2008
De todos es sabido que uno de las metas que tiene esta ciudad, Málaga, que todo lo acoge y todo lo silencia, es alzarse con la responsabilidad de ser nombrada “Capital Cultural de Europa” en el año 2016. La ciudad, representada en su Ayuntamiento y otras instituciones oficiales, no termina de despegar en su utopía.
Sin temor a equivocarnos, podríamos afirmar que la Literatura es una de las ramas, tal vez tronco, del frondoso y artístico árbol a cuya sombra los intereses culturales, turísticos y de prestigio puedan tomar cobijo.
De siempre, se ha dicho que Málaga es la capital económica de Andalucía, pero nunca se ha afirmado que sea su capital literaria. Y lo es, al menos en nómina y papeles.
Reside aquí el Centro Andaluz del Libro con Julio Neira como director del mismo. El CAL debe ser un foco que irradie cultura, específicamente literaria, en los distintos ensamblajes que posee. Y no dudo que lo esté haciendo. Dependiendo de la Diputación malagueña se encuentra el Centro Cultural “Generación del 27” que, con su pro y contra, es el más afamado horno institucional donde se cuece y se da a la luz una buena parte de la poesía nacional; a su frente, Aurora Luque, podría ser una sorpresa agradable a la hora de unir voluntades. Al final del Paseo del Parque, el “Instituto Municipal del Libro” dirigido por Alfredo Taján es otra realidad que, si no intentara abarcar todo lo que se produce literariamente desde La Casona del Parque, podría convertirse en un obligado referente. El alcalde Francisco de la Torre es, aunque hombre de ciencias, amante de la Literatura y la Consejera de Cultura de la Junta, Rosa Torres, es malagueña, de Antequera para más señas, y José Mª Rodríguez, vice consejero, es nacido en el perímetro que abarca La Araña y la Carretera de Cádiz. Sin pelas por medio, la Asociación de Críticos Literarios de Andalucía es presidida por el escritor Francisco Morales Lomas, jienense afincado en Málaga, y el redactor de estas letras preside la Asociación Colegial de Escritores de Andalucía, ente que posee espléndidas relaciones a nivel nacional con toda clase de Instituciones.
Y en la recámara, existen por calle Larios grandes narradores y poetas que dan fe de su buen hacer en distintos actos que se realizan a través de Unicaja, Fundaciones y otras entidades. Omito, para mejor ocasión, unos papeles literarios de origen malagueño que dan la vuelta por todo el mundo.
Sin embargo, ocurre que no ocurre. Quiero decir que todo ese conjunto antes relacionado debería dar el ciento por uno y sin embargo, lo que son las cosas, la acción se dispersa y el conjunto, que nunca lo fue, se materializa en una yuxtaposición de tribus, a veces en greña, que no ofrece a la ciudad lo mejor de lo que atesora.
Es hora, sin tomar el ombligo malagueño como único motivo, de que todos esos agentes y fuerzas se pongan de acuerdo y afronten el mañana de manera más amplia y generosa.
Si no, apaga y vámonos.