A PROPÓSITO DE UN CERTAMEN POÉTICO 03.11.2008
Hace un montón de años intentaba explicar a mis alumnos algo sobre el habla andaluza. A tal fin, llamaba a uno de ellos para que fuese a la pizarra.
Una vez allí, le invitaba a escribir la palabra Ecpaña (más o menos la mayoría de los andaluces introducimos un no sé qué entre la “E” y la “p” que nada más que nosotros sabemos hacerlo con total naturalidad). El chaval (se supone que algunas veces la chavala) tomaba la tiza y escribía correctamente “España”.
Los andaluces, generalmente, nos expresamos a través de lo que se conoce por habla andaluza pero escribimos correctamente el español, al decir correctamente me refiero a que nos sujetamos a las normas de un sistema gramatical propio que hace posible la realidad de una lengua, de un idioma.
Los andaluces hablamos como nadie y escribimos como Dios, lo que supone una maravilla. Podríamos poner ejemplos de nobles escritores nacidos en Andalucía bajo el pezón de su habla, tan variada como comarcalizada, y unidos en la hermosura única de la expresión escrita en español o castellano, pero valga tan sólo uno: el poeta Juan Ramón Jiménez.
Este rollo macabeo viene a cuento porque he visto publicado en Diariolatorre las bases del primer certamen “De poesía en andaluz” en el que podrán participar aquellos paisanos que lo deseen con “ettilo y’aqqritura librê”, para que se entienda la cosa, lo que desean los organizadores es que el chaval que salió a la pizarra escriba: “Epaña” o “Ehpaña” o “Ecpaña” o como quiera y lo desee.
A pesar de que será con “aqqrituta librê”, por parte del jurado se valorará con más cariño los poemas con grafías adscritas a cualquiera de las organizaciones que luchan por crear una normalización escrita del andaluz, caso, según se lee en las normas del concurso, de la “Hunta d’ehkritoreh en’andalú”
Cada uno con su tiempo puede hacer lo que le venga en ganas, pero siempre que no se perjudique el interés general. Y es puede ocurrir que pasados unos años, muchos, se obligue a la ciudadanía, por parte de la “Hunta d’ehkritoreh”, a escribir en’andalú las múltiples hablas andaluzas que existen.
Como forma de pasar el tiempo no está mal, pero, por favor, seamos serios con lo nuestro.